Tácticas para realizar un tutorado con Hortomalla

Tutorado con Hortomalla según tu tipo de cultivo.

Para que un tutorado sea eficiente se debe adaptar según las necesidades del cultivo al que nos estemos enfrentando. Las principales plantas por las que surgió la necesidad de implementar un tutorado fueron las hortalizas. Este conjunto de plantas cultivadas ha sido la base de una buena alimentación desde tiempos muy antiguos, incluyendo los inicios de la domesticación. Motivo por lo que ha convertido a estos cultivos en una fuerte competencia dentro del mercado agrícola.

Explotación de las plantas como recurso alimenticio.

Inicios de la domesticación de vegetales.

Entre las hortalizas más conocidas se encuentra el tomate, la papa, pimiento, pepino y melón, entre muchos más. De estas mencionadas se encuentran dos tipos de familias a las cuales pertenecen estas plantas y son las solanáceas y cucurbitáceas. Cada familia de plantas tiene ciertas características morfológicas que las hace ser diferentes. Por ejemplo el tomate, papa y pimiento pertenecen a la familia solanácea, y en el caso del melón y pepino pertenecen a las cucurbitáceas.

Diversos tipo de hortalizas.

Hortalizas. Cucurbitáceas y solanáceas.

 

Anteriormente se realizaban los cultivos sin ningún tipo de tutorado.

Cultivo de tomate (Solanum lycopersicum) que no presenta tutorado.

 

El requerimiento por el que demandan un tutorado algunos cultivos de solanáceas es porqué como es el caso del tomate y pimiento, son plantas herbáceas, es decir que carecen de un tallo leñoso. Al presentar esta característica, conforme van creciendo y desarrollándose no siempre pueden mantenerse totalmente erguidas, y adicionándole el peso del fruto según la variedad de la planta puede causar grandes impactos en esta como es la fractura del tallo y por consiguiente un carente traspaso de nutrientes donde seguramente la planta morirá.

 

Tutorado con doble malla espaldera que incrementa el soporte del cultivo.

Tutorado de forma vertical doble con HORTOMALLAS.

 

 

En el caso de estas dos hortalizas pertenecientes a la familia solanácea se recomienda el tutorado vertical simple, el tutorado vertical doble o en V, o el tutorado horizontal reforzado, principalmente aplicado en los invernaderos. Es importante tener en cuenta que en el caso del tutorado vertical simple es necesario colocar ganchos o cualquier herramienta que mantenga recargada a la planta de la malla.

 

 

Por otra parte, las cucurbitáceas aunque generalmente también son herbáceas presentan una estructura vegetal muy peculiar denominada “zarcillos”, convirtiendo a estas plantas típicamente en trepadoras. En este caso la malla espaldera HORTOMALLA basta con tan solo colocarse muy cerca del cultivo para que esta trepe por si sola conforme se desarrolla. Por consiguiente los tutorados que se recomiendan en esta planta dependerán mucho si el cultivo es determinado o indeterminado. Por lo general el tutorado más común es el vertical simple tanto en campo como en invernadero. En Asía, muchos horticultores utilizan el tutorado horizontal reforzado es decir dos mallas tutoras aplicadas de manera vertical, que consiste en levantar el cultivo indeterminado del suelo y dejar que este aparente ser un techo. De esta manera les facilita las cosechas, reduce la mano de obra, pero sobre todo reduce drásticamente la posibilidad de que el cultivo contraiga fácilmente algún tipo de fitopatógenos. Esta táctica cada vez comienza a ser más popular en otras partes del mundo como es Europa y Norteamérica por los altos beneficios que brinda a los horticultores. Sin embargo, es sumamente importante que el tutorado sea lo suficientemente eficiente para soportar el peso del cultivo y este no se venga abajo.

Tutorado instalado horizontalmente en variedades de calabaza.

Tutorado de forma horizontal en variedades de calabazas.

Solanum lycopersicum tutorado de forma horizontal.

Planta de tomate (Solanum lycopersicum) con tutorado horizontal.